-
Arquitectos: LEGORRETA, Rogers Stirk Harbour + Partners
- Área: 188777 m²
- Año: 2016
-
Fotografías:Roland Halbe, Lourdes Legorreta, Mark Gorton, Ma. Dolores Robles Martínez G
-
Proveedores: GRAPHISOFT, Gerdau Corsa, Helvex, Hunter Douglas, Porcewol by Alfher, Saint-Gobain, Tektil, USG, Vitro®, FAPRESA, Aceros Corey, Behr, Durock, Figueras, Muebles Cook, PPG IdeaScapes, Parklex Prodema
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La propuesta nació del emplazamiento y su sentido de lugar para generar un edificio que respondiera a las aspiraciones de BBVA Bancomer para su nueva sede en la Ciudad de México. La torre se basa en la reinterpretación de la organización tradicional de un espacio para oficinas, ofreciendo una variedad de nuevos entornos de trabajo para todos los usuarios, enriqueciendo el modelo universal de espacio comercial. De esta manera, se explora una arquitectura que promueve un sentido de comunidad y que dota al espacio de un entorno más sano y eficiente.
Ubicada en la Avenida Paseo de la Reforma, la Torre marca la entrada hacia el Bosque de Chapultepec con vistas de jardines elevados que miran hacia la ciudad y el bosque. La arquitectura pretende proponer un sentido de comunidad e interacción entre el staff. En la planta baja, una entrada monumental de triple altura sobre la esquina del Paseo de la Reforma vinculará las operaciones cotidianas de la sucursal bancaria con los negocios comerciales a nivel ejecutivo que se desarrollan en los niveles superiores.
Desde el lobby, ascensores panorámicos de cristal orientados hacia el parque llevarán a los usuarios que lleguen de forma peatonal, tanto visitantes como empleados, hasta el nivel de sky lobby en el doceavo piso. Este espacio aprovecha la ubicación privilegiada de la torre para proporcionar una ventana a la ciudad y al parque. Esta zona conecta el hall con terrazas que ofrecen vistas hacia Chapultepec. Exposiciones y eventos podrán llevarse a cabo en las zonas del vestíbulo, el auditorio y la cafetería. En este nivel hay controles de seguridad que separan los espacios públicos de los privados dentro del edificio.
Los ejecutivos y VIPs accederán al edificio a través de un lobby separado en la planta baja, con un acceso destinado para vehículos para garantizar un alto nivel de seguridad y privacidad. El elevador ejecutivo ofrece acceso directo a los niveles ejecutivos y acceso discreto a las zonas públicas del edificio, incluyendo el helipuerto.
La disposición del edificio gira en torno a un núcleo central ligero con un sistema de arriostramiento estructural sujeto a un megamarco metálico para ofrecer flexibilidad en el espacio de oficina. La disposición espacial interna responde a la geometría y al emplazamiento del edificio en el sitio. La estructura y el núcleo de servicios corren diagonalmente en la planta y permite una reinterpretación del espacio tradicional de oficinas, proporcionando una variedad de espacios de trabajo eficientemente organizados para todo el personal.
Una serie de jardines elevados, ubicados a lo largo de la Torre, incrementarán la riqueza y variedad del espacio. Éstos serán distribuidos cada nueve niveles, brindando la posibilidad de que el lugar de trabajo se agrupe en comunidades verticales con vistas al exterior. Proporcionan puntos focales para empleados para crear un sentido de comunidades de trabajo que enfatizan la cultura de BBVA Bancomer.
Los niveles ejecutivos están agrupados alrededor del jardín ubicado en su punto más alto. Es en este nivel en el que uno puede encontrar halls con la capacidad de abrirse hacia la terraza y crecer el espacio exterior. Los niveles superiores dedicados a oficinas ejecutivas que se benefician de las vistas espectaculares de este sitio único.
La torre proporciona 78,800 m2 de área de oficinas para BBVA Bancomer y puede acomodar hasta 4,500 empleados.
La Torre BBVA Bancomer se diseñó con base en ciertos principios y cualidades que responden a su contexto urbano y a su relación con el medio natural que lo rodea, así como con el usuario y su necesidad de espacios estéticos, flexibles y que no descuiden el aspecto funcional.
Se favorece la eficiencia en el uso de los recursos, estudiando las distintas orientaciones del sol. El diseño de la fachada se inspira en las tradiciones y el patrimonio arquitectónico mexicanos. La geometría de la estructura en diagonal se utiliza para crear una trama de celosías que protegen la fachada de la luz y el calor del sol, contribuyendo a la obtención de la certificación LEED Oro. Las fachadas responden a las diferentes orientaciones y asoleamientos, proporcionando variaciones en perforaciones en cada una de las fachadas. Se proponen en lo posible materiales locales y soluciones tanto arquitectónicas como de ingenierías de vanguardia en el uso de la energía y la mínima afectación al medio ambiente.
Estrategias tales como el reciclaje del 100% del agua de lluvia y aguas residuales, aprovechamiento del aire frío del exterior por filtros para evitar el uso de aire acondicionado e iluminación con focos LED son algunos ejemplos de la respuesta al medio ambiente.
El edificio muestra legibilidad arquitectónica, donde se muestra respeto por los ritmos, la esencia de las luces y sombras están basadas en la escala humana. Se busca la mejor calidad de vida posible para los usuarios del edificio, teniendo espacios con abundante luz natural, grandes alturas y acceso a áreas exteriores como jardines y patios. También las áreas comunes de los empleados, como la cafetería (localizada en el último piso del predio de estacionamiento con amplias vistas al bosque y con capacidad para 900 comensales), el auditorio (con una capacidad para 233 personas) y otras más están diseñadas para permitir mayor interacción entre los usuarios promoviendo un sentido de comunidad en un ambiente más humano.
La arquitectura de la Torre BBVA Bancomer es producto de la cultura mexicana actual, creando un diálogo entre los aspectos más tradicionales con otros más pertenecientes al panorama contemporáneo. En pocas palabras, el edificio busca representar la posición de liderazgo, solidez e innovación que siempre ha caracterizado a BBVA Bancomer. No de una manera ostentosa o pretenciosa, sino mediante un edificio con buen diseño, eficiente, que contribuya a la ciudad y mejore la calidad de vida de sus usuarios.